Las razones para no canjear a solo 63 colombianos
lunes, marzo 28, 2005
He visto decenas de veces a doña Yolanda Pulecio clamando por la liberación de su hija. Juan Carlos Lecompte ha hecho lo propio por exigir un canje humanitario que permita el regreso a casa de su esposa. Ellos han logrado entrevistas en todos los medios, han escrito sobre el tema e incluso han hablado con el presidente de Francia. Todo esto para el retorno de Ingrid Betancur.
El General Santander decía que “terquedad exagerada es sinónimo de estupidez” (El gran calumniado de Germán Riaño, página 88). Si hay un fuerte operativo militar para recuperar un área que fue el paraíso guerrillero durante tres años; si los guerrilleros están huyendo acobardados por la acción militar; si algunos de ellos tiene la misión de cubrir la huida de sus cabecillas; si el comandante militar del operativo recomienda no movilizarse por la zona; si el Presidente de la República le niega la autorización para viajar en un helicóptero militar al área; si el jefe de seguridad se niega a internarse en la zona crítica; si todo esto se conjuga, ¿porqué la terquedad de entrar a San Vicente del Caguán?
La respuesta la tiene Ingrid Betancur. Sin embargo, las explicaciones estarían por los lados del alcalde de San Vicente del Caguán, quien ganó las elecciones en representación del partido Oxígeno Verde, de Ingrid Betancur. Además, ella estaba en campaña y vio una oportunidad importante para sumar más adeptos a su causa y de paso, fortalecer aún más esa imagen de heroína que Ingrid tiene entre los colombianos.
Claro que el derecho a la movilización es fundamental. También lo es el ejercicio democrático de un candidato en todo el territorio nacional. Pero si ya habían antecedentes de lo que ocurría con los candidatos en esa zona, (recordemos que a Serpa lo detuvieron en el sector de Balsillas, con numerosa comitiva y todo) y si la situación de orden público era bien difícil, ¿para qué los actos heroicos? Seguramente estos sumarían unos cuantos votos, si todo salía bien.
Si un policía me dice: no pase por esa calle que hay un tiroteo y yo, terco, me encamino justamente por ahí, si me impacta una bala es mi responsabilidad y mi culpa, porque el Estado, representado por el policía, intentó protegerme con esa advertencia que yo desprecié.Seguramente estas son las razones muy ocultas que tiene el gobierno para asumir la actitud retrechera frente al canje de Ingrid Betancur. Además está la negativa de su familia de rescatarla en un operativo militar, lo que significa que prefieren a Ingrid viva, como trofeo de las Farc, en riesgo constante y a merced de los terroristas y de la manigua; que correr el riesgo de su sacrificio, lo que significaría para los terroristas perder un elemento fundamental para la presión que ejercen en pos de conseguir la libertad de 500 delincuentes y de paso, echarse encima a la opinión internacional, sobre todo la europea, que ya no los vería como los libertadores de la opresión y los luchadores por la democracia sino como lo que son: una banda de asesinos, terroristas y narcotraficantes oligarcas.
El General Santander decía que “terquedad exagerada es sinónimo de estupidez” (El gran calumniado de Germán Riaño, página 88). Si hay un fuerte operativo militar para recuperar un área que fue el paraíso guerrillero durante tres años; si los guerrilleros están huyendo acobardados por la acción militar; si algunos de ellos tiene la misión de cubrir la huida de sus cabecillas; si el comandante militar del operativo recomienda no movilizarse por la zona; si el Presidente de la República le niega la autorización para viajar en un helicóptero militar al área; si el jefe de seguridad se niega a internarse en la zona crítica; si todo esto se conjuga, ¿porqué la terquedad de entrar a San Vicente del Caguán?
La respuesta la tiene Ingrid Betancur. Sin embargo, las explicaciones estarían por los lados del alcalde de San Vicente del Caguán, quien ganó las elecciones en representación del partido Oxígeno Verde, de Ingrid Betancur. Además, ella estaba en campaña y vio una oportunidad importante para sumar más adeptos a su causa y de paso, fortalecer aún más esa imagen de heroína que Ingrid tiene entre los colombianos.
Claro que el derecho a la movilización es fundamental. También lo es el ejercicio democrático de un candidato en todo el territorio nacional. Pero si ya habían antecedentes de lo que ocurría con los candidatos en esa zona, (recordemos que a Serpa lo detuvieron en el sector de Balsillas, con numerosa comitiva y todo) y si la situación de orden público era bien difícil, ¿para qué los actos heroicos? Seguramente estos sumarían unos cuantos votos, si todo salía bien.
Si un policía me dice: no pase por esa calle que hay un tiroteo y yo, terco, me encamino justamente por ahí, si me impacta una bala es mi responsabilidad y mi culpa, porque el Estado, representado por el policía, intentó protegerme con esa advertencia que yo desprecié.Seguramente estas son las razones muy ocultas que tiene el gobierno para asumir la actitud retrechera frente al canje de Ingrid Betancur. Además está la negativa de su familia de rescatarla en un operativo militar, lo que significa que prefieren a Ingrid viva, como trofeo de las Farc, en riesgo constante y a merced de los terroristas y de la manigua; que correr el riesgo de su sacrificio, lo que significaría para los terroristas perder un elemento fundamental para la presión que ejercen en pos de conseguir la libertad de 500 delincuentes y de paso, echarse encima a la opinión internacional, sobre todo la europea, que ya no los vería como los libertadores de la opresión y los luchadores por la democracia sino como lo que son: una banda de asesinos, terroristas y narcotraficantes oligarcas.