En el último año, las cifras de secuestro se han reducido en un 62%en comparación con el año pasado. De 298 casos en el 2004, se registraron 114 en los primeros cuatro meses del 2005, según el informe de Fondeliberad y de las principales organizaciones dedicadas a combatir este flagelo.

Según el Ministerio, la reducción del secuestro extorsivo se dio gracias a las acciones de la Fuerza Pública en zonas como Cundinamarca, Antioquia y Meta, en el caso de las Farc y las negociaciones con las AUC en Santa Fe de Ralito (Córdoba). Para el Ministerio también ha sido efectiva la capacitación y fortalecimiento de los grupos Gaula del Ejército y la Policía. Así mismo, las líneas telefónicas de atención y denuncia han surtido mayor efecto en los últimos meses: el número 165 para la Policía y 147 para el Ejército.
Aunque no puede generar satisfacción ni tranquilidad, es un resultado esperanzador sobre lo que se puede esperar del combate frontal al secuestro.
Varios factores inciden en esta sensible reducción. El primero, la atención que le están prestando las Farc al combate contra el Ejército, pues no tienen ya sus santuarios para esconderse ni privar de la libertad a los colombianos.
También se debe considerar el aislamiento de los frentes urbanos de los terroristas que han perdido contacto con sus cabecillas y con la organización delincuencial.
Otro aspecto importante tiene que ver con las acciones que viene adelantando el Estado para prevenir este delito y las operaciones para rescatar a los secuestrados.
Sin embargo, hay que estar alerta frente al futuro de las negociaciones con los paramilitares y la irremediable negociación con las Farc, pues de los acuerdos que se logren dependerá la reducción del secuestro en Colombia. Si los acuerdos dejan vacíos en cuanto a la resocialización de los miembros de la guerrilla o de las autodefensas, estos serán empujados a “trabajar” en lo único que saben hacer: secuestrar y asesinar.
Por eso, el acompañamiento de la sociedad civil a las políticas de reincorporación es fundamental, pues el famoso coletazo es real y su patético accionar se ha visto en otros países: Perú, Salvador y Nicaragua. Este coletazo se caracteriza por tomar a las autoridades descuidadas, por afectar seriamente a la sociedad y por ser el último aliento de vida de los grupos que se desmovilizan o que son vencidos en combate.Sin embargo, conseguir esta significativa reducción del secuestro en Colombia, confirma que la política de Seguridad Democrática es mucho más que el combate a los terroristas y que sus acciones SI han beneficiado a la nación.