Hay que seguir la ruta
sábado, marzo 24, 2007

Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso
Hay situaciones que son alentadoras para Colombia. Durante el año que terminó se redujo nuevamente el número de secuestros en el país: de 377 plagios registrados en 2005 se llegó a 282 en 2006, lo que representa una reducción del 25.2% en el número de secuestros durante el último año.
En este sentido también se registró una gran disminución en las pescas tenebrosas: mientras en 2005 se presentaron 15, el año que termina solo se reportaron cinco retenes ilegales, lo que representa una disminución del 66.7%.
Sin embargo las noticias son menos alentadoras en Bogotá, ciudad en la que se registró un incremento en el número de secuestros, pasando de 18 en 2005 a 24 en 2006.
No obstante lo más doloroso de esta tragedia nacional es que el secuestro con fines de extorsión de menores de edad registró un crecimiento del 65.1%: en 2005 fueron secuestrados 28 niños y este año fueron reportados 43 casos, llegando a ser el sector social más vulnerable al secuestro, pues los menores representan cerca del 18% de los colombianos secuestrados durante el 2006… esto es una vergüenza para el país, que sigue recorriendo la misma senda de la indolencia frente a los menores de edad.
Además esta penosa situación exige mayores esfuerzos para erradicar el secuestro de nuestra sociedad, no solo desde el Gobierno, sino también desde el núcleo esencial de cada niño: su familia, sus amigos y el círculo cercano de cada pequeño.
Ni un secuestro más
Hay situaciones que son alentadoras para Colombia. Durante el año que terminó se redujo nuevamente el número de secuestros en el país: de 377 plagios registrados en 2005 se llegó a 282 en 2006, lo que representa una reducción del 25.2% en el número de secuestros durante el último año.
En este sentido también se registró una gran disminución en las pescas tenebrosas: mientras en 2005 se presentaron 15, el año que termina solo se reportaron cinco retenes ilegales, lo que representa una disminución del 66.7%.
Sin embargo las noticias son menos alentadoras en Bogotá, ciudad en la que se registró un incremento en el número de secuestros, pasando de 18 en 2005 a 24 en 2006.
No obstante lo más doloroso de esta tragedia nacional es que el secuestro con fines de extorsión de menores de edad registró un crecimiento del 65.1%: en 2005 fueron secuestrados 28 niños y este año fueron reportados 43 casos, llegando a ser el sector social más vulnerable al secuestro, pues los menores representan cerca del 18% de los colombianos secuestrados durante el 2006… esto es una vergüenza para el país, que sigue recorriendo la misma senda de la indolencia frente a los menores de edad.
Además esta penosa situación exige mayores esfuerzos para erradicar el secuestro de nuestra sociedad, no solo desde el Gobierno, sino también desde el núcleo esencial de cada niño: su familia, sus amigos y el círculo cercano de cada pequeño.
Ni un secuestro más
Desde hoy Atrabilioso inicia una campaña para exigir el regreso de TODOS los secuestrados.
La intención no es hacer de caja de resonancia a los que piden, de manera descarada, que sean liberados SOLO 60 secuestrados. Por el contrario: es un llamado a la nación que no se atiene a los dogmas mediáticos para no dejar a más de 3 mil colombianos secuestrados a su suerte.
Colombia necesita unirse, en una sola voz, exigiendo la libertad INMEDIATA de TODOS los que padecen ese flagelo salvaje del secuestro.
Según la fundación País Libre, son 3177 las personas que permanecen secuestradas en Colombia, 23 de las cuales fueron secuestradas en 2006… por ellos, por los 60 secuestrados políticos y por sus familias, la exigencia debe ser contundente: libertad para TODOS los secuestrados.
Aunque las cifras son esperanzadoras en cuanto a la reducción del secuestro, la sociedad colombiana debe ponerse en pie para erradicar este delito y no patrocinar la ocurrencia de nuevos secuestros mediante un supuesto canje humanitario que solo prolonga la angustia de 60 familias, mientras que llena de incertidumbre a miles de colombianos que cada día luchan por conseguir altas sumas de dinero que supuestamente permitirán la libertad de sus seres queridos.
Son tan graves los secuestros políticos como los cometidos para extorsionar, y TODOS los colombianos que padecen ese flagelo deben recibir la solidaridad y el compromiso de la Nación para alzar la voz y exigir su liberación inmediata y sin contraprestaciones.
Mientras UN solo colombiano esté secuestrado, TODOS los colombianos estaremos secuestrados, pues solo será cuestión de tiempo para que ese flagelo se acerque y toque las puertas de nuestros amigos, de nuestras familias o de nuestra propia casa.
El canje humanitario, si se puede llamar así, debería ser por TODOS los secuestrados y no solo por aquellos que fueron plagiados con la intención de chantajear al Estado mediante presiones políticas internas y externas, muchos de los cuales tienen familias poderosas que hacen ruido mediático para satisfacer intereses particulares (¡cómo cuestionarlo!) y de los violentos.
La libertad es un derecho que tenemos TODOS los colombianos y resulta repugnante que solo se alce la voz para reclamar el intercambio de un poco más del 2% del total de secuestrados en Colombia.
Por TODOS los secuestrados en Colombia: libertad inmediata y sin condiciones.
La intención no es hacer de caja de resonancia a los que piden, de manera descarada, que sean liberados SOLO 60 secuestrados. Por el contrario: es un llamado a la nación que no se atiene a los dogmas mediáticos para no dejar a más de 3 mil colombianos secuestrados a su suerte.
Colombia necesita unirse, en una sola voz, exigiendo la libertad INMEDIATA de TODOS los que padecen ese flagelo salvaje del secuestro.
Según la fundación País Libre, son 3177 las personas que permanecen secuestradas en Colombia, 23 de las cuales fueron secuestradas en 2006… por ellos, por los 60 secuestrados políticos y por sus familias, la exigencia debe ser contundente: libertad para TODOS los secuestrados.
Aunque las cifras son esperanzadoras en cuanto a la reducción del secuestro, la sociedad colombiana debe ponerse en pie para erradicar este delito y no patrocinar la ocurrencia de nuevos secuestros mediante un supuesto canje humanitario que solo prolonga la angustia de 60 familias, mientras que llena de incertidumbre a miles de colombianos que cada día luchan por conseguir altas sumas de dinero que supuestamente permitirán la libertad de sus seres queridos.
Son tan graves los secuestros políticos como los cometidos para extorsionar, y TODOS los colombianos que padecen ese flagelo deben recibir la solidaridad y el compromiso de la Nación para alzar la voz y exigir su liberación inmediata y sin contraprestaciones.
Mientras UN solo colombiano esté secuestrado, TODOS los colombianos estaremos secuestrados, pues solo será cuestión de tiempo para que ese flagelo se acerque y toque las puertas de nuestros amigos, de nuestras familias o de nuestra propia casa.
El canje humanitario, si se puede llamar así, debería ser por TODOS los secuestrados y no solo por aquellos que fueron plagiados con la intención de chantajear al Estado mediante presiones políticas internas y externas, muchos de los cuales tienen familias poderosas que hacen ruido mediático para satisfacer intereses particulares (¡cómo cuestionarlo!) y de los violentos.
La libertad es un derecho que tenemos TODOS los colombianos y resulta repugnante que solo se alce la voz para reclamar el intercambio de un poco más del 2% del total de secuestrados en Colombia.
Por TODOS los secuestrados en Colombia: libertad inmediata y sin condiciones.